


APENAS A DOCE MESES DEL ECLÉCTICO "EN LA VEREDA DE ENFRENTE", LA BANDA DE ALE KURZ SALE A MATAR O MORIR CON "YACANTO", UN MURO CONSTRUÍDO CON ONCE BLOQUES DE EXQUISITA DISTORSIÓN. LO PRESENTAN EL 24 DE NOVIEMBRE EN LA CANCHA AUXILIAR DE FERRO CARRIL OESTE. ¿SERÁ 2008 EL AÑO BORDO?
Es difícil hacer futurología. Sin embargo, la tendencia indica que, con el paso del tiempo, El Bordo va a convertirse en uno de los principales exponentes del rock local. Y cuando se escriban diferentes biografías, Yacanto será destacado como el disco que marcó la ruptura definitiva con respecto a las texturas de Carnaval de las heridas (2002), Un grito en el viento (2004) y En la vereda de enfrente (2006). Ahora bien, ¿cómo es que Ale Kurz (voz y guitarra), Pablo Spivak (bajo), Miguel (batería), Diego Kurz (guitarra) y Leo Kohon (armónica) trocaron la experimentación estilística por el rock valvular más salvaje?
Las explicaciones podrán encontrarse en una serie de momentos puntuales. El biógrafo más detallista mencionará el carácter revelador dle show que Velvet Revolver dio el 16 de abril de este año en el estadio Pepsi Music. El escritor con antecendentes de música dirá que mucho tuvo que ver la novedosa relación amorosa entre Ale y la Gibson Les Paul, que hizo que su hermano Diego se pasara de la Fernder Telecaster a la Gibson SG. El autor de visión más psicológica buscará razones en la partida del percusionista Ezequiel "Negro" Pug. Y el que sepa ver el bosque más allá del árbol se va a dar cuenta de que todas esas explicaciones conforman una misma y sólida hipótesis.
Cuando sonó el último acorde de la última jornada del Cosquín Rock, que juntó a 30 mil personas alrededor de Callejeros, Los Gardelitos, Ratones Paranoicos, Jóvenes Pordioseros y Cielo Razzo, El Bordo cayó en la cuenta de que no podía aguantar hasta 2008 ese material que ya le quemaba las manos. "Hubiese sido imposible guardar estas canciones en la sala, necesitábamos salir a mostrarlas", explica Pablo.
En abril arrancó la preproducción de Yacanto en una sala mítica del barrio de Almagro. En su momento pasaron por allí los Redondos y La Renga; ahora está ocupada por Los Gardelitos y El Bordo. Con el correr de las sesiones de trabajo, que duraban entre ocho y diez horas, Ale y sus compañeros empezaron a sentir que eran once las canciones que los cautivaban al punto de no poder parar de tocarlas.
El 9 de julio, los Estudios Del Abasto Al Pasto les abrieron sus puertas para trabajar con el mismo equipo de En la vereda de Enfrente: el veinteañero Alejandro Russo como técnico de grabación y Daniel Albano, un tapado de la producción artística.
Aquella tarde del último Día de la Independencia, el manager y sexto integrante de la banda, Mariano Botti, les dijo a sus representados que se abrigaran para salir porque el parque del estudio estaba cubierto de nieve. "Mágico" es el primer adjetivo que se le viene a la cabeza a Ale para referirse a esa situación. Y con esa misma palabra se pueden definir las tantas situaciones energéticas que rodearon la grabación de Yacanto. Eso ya es una costumbre en la historia de El Bordo. Hace algunos a´ños, en una sesión espiritista, un espíritu les adelantó a los músicos muchas de las cosas que les iban a suceder...con fechas exactas y detalles. Por esa razón, curan con sahumerios cada lugar en el que se presentan.
De regreso a Yacanto, Ale explica por qué ésta grabación fue "menos caótica que la anterior". "Los discos siempre son reacciones a momentos o a discos anteriores", dice. "Después de haber hecho al complejo como En la vereda..., con mucha variedad de estilos, con diferentes temátcas y con un concepto fuerte, sentimos la necesidad de hacer algo bien crudo y visceral. Yacanto es muy orgánico. No pensamos nada. Es más, el concepto y el orden de los temas apareció solo, mientras que en el anterior lo sabíamos de antemano"
Pablo Spivak: Yacanto se escucha fuerte y no tiene volumen bajo. Queríamos que sonara bien, que explotara y que fuera potente, pero superó nuestras expectativas.
Ale Kurz: La premisa era que el sonido te impresionara y te pasara por encima. Todos los temas de Yacanto pueden ser tocados en vivo. Hay algunos de En la vereda...que los pudimos tocar una o dos veces nomás, porque no podemos llamar siempre a las cuerdas o al acordeón.
- ¿Consideran que En la vereda...representa un momento de la banda pero Yacanto, su identidad?
Pablo: Totalmente. Yacanto representa mejor nuestro ADN musical. Es mucho más fiel a la música que siempre quisimos hacer.
Miguel Soifer: Nuestros primeros demos eran más en esa onda.
Ale: Es un retornos a las raíces de El Bordo, que siempre tuvo una parte pesada pero que después fue virando hacia otras cosas porque así lo sentíamos. En los comienzos soñábamos con hacer esta música, pero no podíamos sonar de esta forma. Ahora es un gusto que nos podemos dar.
Un lugar en el mundo
Villa Yacanto es una localidad cordobesa del Valle de Calamuchita situada a 130 kilómetros de la capital provincial. Los cerros que habitaron los indios sanavirones hoy lucen desérticos por culpa de la deforestación. Perdida en medio de la inmensidad, la casa de una amiga de El Bordo (una chica a la que, dicen, le gusta más el fernet que vivir) cobijó el parto de muchos de los hijos de Yacanto. Ale explica que en muchas de las composiciones está presente la idea de "regresar a un lugar onírico donde poder rescatar la pureza de las cosas ". Es ahí donde se impone la idea del aturdimiento que provoca la vorágine de la ciudad y el vértigo que sabotea la comunicación en la, paradójicamente, era de las comunicaciones. Yacanto, según la banda, es el lugar ideal para ponerse a salvo del caos infernal.
-¿Qué cosas pasaron en Yacanto?
Ale: Allá se escribió "Vientos de locura"
Miguel: "Vientos de locura" había sido un título alternativo para Un grito en el viento. Sentir el viento de Yacanto, con el sol pegándote en la cara, te enloquece. Por eso fuimos a grabar el video de "El regreso" ahí. Es más, nos gustaría grabar un disco en Yacanto.
Diego Kurz: La banda se conecta muy bien en Yacanto
Miguel: Tanto que llevamos todo el sonido, armamos ahí y, una vez que terminamos la filmación, nos quedamos tocando a la noche. Salieron unas versiones casi mágicas.
Otra vez esa palabra
Debe haber pocas cosas tan divertidas para los músicos como armar listas de canciones alternativas, que enganchan los temas según diferentes criterios. ¿Cuáles son las que haría El Bordo con Yacanto? Ale dice que lo haría "desde la construcción", porque "El regreso", "No quiero", "Noche extraña" y "El silencio del caos infernal" tienen "estrofas oscuras y contenidas que despegan en el estribillo". Pabli propone un segundo grupo, vinculado con sus genes cancioneros, que incluye a "El carnaval de la eterna tristeza", "La banda", "Soñando despierto", "Guerreros del viento", y "Puerto Escondido", con un piano y unos bronces que hacen pensar que asó podría haber sonado una orquesta rockera y pesada en la década de 1950. Ahora, todos se enganchan con la idea de hacer una especia de comentario de cada canción de Yacanto.
"El regreso" surgió en medio de la mezcla de En la vereda...y llegaron a zaparlo ahí mismo con el cajón peruano. El tema arranca con el protagonista de "Sentado en la luna" (el último de En la vereda...) volviendo "a este mundo de locos". Ale detalla que la introducción "onda árabe" da paso a "una reacción contra el mundo actual", al disparar imágenes como las de "las sanguijuelas que buscan sangre". El cantante destaca que el estribillo "rescata las cosas que quedan y que son relevantes, que no se pueden tocar, pero que son la esencia de lo más puro y lo más primario".
Pablo cree que "No quiero" es el tema "más complejo musicalmente"; y eso que fue el único que no sufrió modificación alguna en la etapa de preproducción. "Al principio teníamos dudas de hacer el riff inicial con la guitarra o con el saxo, pero esa base grunge con armónica cerró perfecto porque suena muy El Bordo", aclara el bajista.
Los cinco coinciden en que "La Banda" es la canción "más simple", pero la que más les costó resolver porque no podía empatar la furia del resto. Sin embargo, cobró la polenta necesaria cuando surgió la intro a la Angus Young. Sobre la letra, Ale dice "No deja de sorprendernos esa locura que tienen los pibes de viajar 12 horas para ver un recital de dos horas y volver. No creo que pase en ningún lugar del mundo. No tiene explicaciones".
"Noche extraña" es uno de los pocos que fueron compuestos en Buenos Aires. "Está muy influido por la ciudad, por eso no tiene tanta fuerza", amplia Ale y coincide en que se trata de uno de los mejores riffs de El Bordo. "Es un recorrido por imágenes provocadas por un estado de ensoñación permanente que deriva en el grito primitivo de "no me dejes solo".
Para Pablo, el poderío de "El carnaval de la eterna tristeza" radica en "la marcha marcial del final, con gaita y tambores"que acompaña la idea de que "las guerras no son de los pueblos". Ale explica que está relacionada con los viajes que hicieron por Latinoamérica: "Hay iglesias que fueron construidas con piedras de templos precolombinos. Fue atroz lo que hicieron los españoles para imponer su cultura".
"Guerreros del viento", rutero por donde se lo escuche, es un autorrestrato del músico que viaja, según Ale, "mendigando un sueño". Porque nosotros vamos hacia algún lado, sólo que no sabemos muy bien adónde", dice el cantante. Migue destaca la frase "es la última vez que vas a oírlo por primera vez" porque hace acordar a un DvD de Pink Floyd en el que David Gilmour dice que le gustaría estar en el lugar de alguien que rompe el envoltorio de El lado oscuro de la luna. Esa sería la sensación irrepetible de la primera vez.
Una de las tantas interminables zapadas que tuvieron lugar en la sala de ensayo los encontró, limados, repitiendo una y otra vez la introducción de "Vientos de locura" que terminó de hacerse canción después de una experiencia psicotrópica en Yacanto. En el trance hubo dos temas que sufrieron modificaciones desde el punto de vista estructural: "Soñando despierto", que arranca por el estribillo, y "Dejar caer el sol", una balada cuyo solo se convirtió en la melodía predominante. Místicos, los chicos de El Bordo todavía sostienen que Jimmy Page apareció una noche para tocar la guitarra de 12 cuerdas -propiedad de Pappo- que suena un toque antes de que "Dejar caer el sol" remonte vuelo como un barrilete electrificado.
Los músicos siempre van a repetir que quieren a todos sus nenes por igual, pero no quedan dudas de que "Puerto Escondido" es uno de los puntos altos de Yacanto. "Es un retrato de la locura de alguien que está presente de manera física, aunque mentalmente no", afirma Ale. "Esta persona tiene un diálogo interno y le dice al médico que no está loco, que esa es su historia y que 'no todos somos iguales'. El 'Puerto escondido' es la cabeza de esta persona, un lugar al que no se puede acceder".
"El silencio del caos infernal" cerró la grabación de Yacanto con una anécdota que refleja cómo fue la estadía en el Abasto. La dinámica de trabajo consistía en meter bases durante el día y reservar la noche para la guitarras. Como lo último que faltaba registrar en la cinta era el solo de Ale, el clima de jolgorio se calló cuando Kurz se mandó un solo único e irrepetible que culminaria con un estruendoso festejo de gol. La había clavado al ángulo.
Por Pablo Mileo, Fotos Cecilia Salas Soy Rock 2007
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